Catedral de San Isaac

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Después del almuerzo, nuestro destino fue la Catedral de San Isaac.

Más cerca de la arquitectura europea que de los clásicos templos ortodoxos, quizás por el origen español de su ingeniero constructor (Agustín de Betancourt,) es considerada “la más grandiosa de las Iglesias” de San Petersburgo. Con una altura de 101 metros, su cúpula ocupa el tercer puesto de las más altas de Europa, por detrás de la de San Pedro en Roma y San Pablo en Londres.

Se ofrecen varios tipos de visitas en esta Iglesia:
  • Interior de la catedral  - 250 rublos
  • Campanario (vista panorámica de la ciudad) - 150 rublos
  • Visitas guiadas en varios idiomas
  • Tener en cuenta que los días miércoles la catedral está cerrada.

A la distancia, entendemos mucho mejor como es la cuestión de los tickets. Pero, en ese momento, no estábamos muy seguros si teníamos que entrar obligatoriamente a la iglesia para poder acceder al campanario y a la vista panorámica que se ofrece desde ahí, muy recomendada por nuestra guía durante el almuerzo. Y entre la gran cantidad de gente que había por todos lados y las filas, no siempre muy respetadas, en las ventanillas de las boleterías, decidimos sacar ticket por 400 rublos para dentro de la catedral y el campanario.

Subiendo las escalinatas de la Catedral, nos dimos cuenta de los dos grupos de molinetes y nos quedó claro: podríamos haber sacado solo el del campanario. Pero…después de haber atravesado las puertas hacia el interior del templo agradecimos la equivocación.

Interior de la catedral

Dentro todo es mármol, paredes, columnas y piso. Las antiguas puertas de entrada al templo, tres en total, tienen talladas hermosas imágenes en el bronce que las recubre. Maquetas de la antigua catedral de madera y de la actual, de piedra, busto de su constructor y la reconstrucción de una sección de la cúpula. La pared principal del templo, el iconostasio, tiene columnas revestidas de malaquita (piedra preciosa de intenso color verde) y lapilazuli. Cerca de 400 obras decoran el santuario, entre esculturas, pinturas y mosaicos. Todo lo dorado que se puede ver es realmente oro. Sería recomendable, si entra en su presupuesto de viaje, contratar una guía para que les explique los detalles de la decoración como un poco de historia de la construcción de la iglesia.

Saliendo de la catedral, cruzamos el segundo par de molinetes que nos llevaban al pie de los casi doscientos escalones que conducen al campanario. Una vez arriba, una pasarela rodea los 360 grados de la cúpula, ofreciendo una vista panorámica inigualable de todo San Petersburgo. El único inconveniente es la gran cantidad de gente que hay, imposible sacar una foto sin que salga un codo o cabeza ajena.

Senatskaya Ploshchad


Una vez en la calle, nos cruzamos a la Plaza del Senado (Senatskaya Ploshchad), en frente de San Isaac. Sentados en el pasto de la plaza, no solo se puede ver el famoso templo en toda su magnitud, sino también, hacia la derecha, el edificio del Senado y a su lado, el del Sínodo, y hacia la izquierda, el Almirantazgo.
Este último, es considerado “centro arquitectónico y de composición de San Petersburgo” porque desde allí parten las tres avenidas más importantes de la ciudad en forma rayos: avenidas Nevsky, Voznesensky y calle Gorohovaya. Construido para alojar los primeros astilleros, este edificio albergó los departamentos estatales de la Flota Rusa y actualmente, a la escuela superior de ingeniería naval.

Sobre la Plaza del Senado se levantó el primer monumento de la ciudad, el “Jinete de bronce”, representado a Pedro I (el Grande) a caballo. Tiene muchísima simbología la estatua: “el pedestal hecho en forma de una ola recordaba la inspiración de Pedro I de conquistar el Mar Báltico para Rusia; el caballo encabritado es el símbolo de Rusia reformada por Pedro El Grande; la corona de laurel en la cabeza de Pedro simboliza la gloria, la serpiente pisoteada por el caballo es una alusión de los episodios de la Guerra del Norte”.

Además del monumento a Pedro el Grande, en la Plaza del Senado se levantan tres monolitos más en honor al escritor Gogol, el geógrafo Nikolái Przewalski y al poeta Vasili Zhukovski, todos obviamente rusos.

¿San Basilio en San Peter?


Seguimos el recorrido por la Avenida del Almirantazgo hasta la Nevskiy, por la cual doblamos, porque nuestro objetivo era ir hasta la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada.
Oficialmente llamada “De la Resurrección de Cristo” esta Iglesia es, seguramente, en la que todos pensamos cuando escuchamos hablar o nos imaginamos San Petersburgo. Con sus nueve cúpulas coloridas al estilo San Basilio en Moscú, mosaicos en las paredes exteriores con imágenes de Cristo y Santos, fue construida en el mismo lugar donde el zar Nicolás II sufrió el atentado que le costó la vida en 1881. La entrada cuesta 250 rublos, con descuento para estudiantes con tarjeta ISIC. Más que recomendable pagar para conocer el interior de este templo.

Para aquellos interesado en dirección, horarios y costos de entradas, le dejo la página oficial de las Iglesias-museos de las que escribí más arriba:

Ya eran cerca de las siete de la tarde, por lo que decidimos regresar a la habitación del hotel para descansar un poco antes de salir a cenar y seguir recorriendo la ciudad, pero esta vez, de noche.

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