Día 1 en Champaqui '10

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Partimos temprano, Josecito con su reloj interno nos despierta como a las 7 de la mañana y se convierte en la pesadilla del Verdu. Preparando todo, desarmando la carpa y un intento de desayuno de por medio para empezar bien el día nos pusimos a hablar un poco con unos chicos que estaban al lado nuestro y habían bajado el día anterior así que nos dieron algunos consejos. Como para rematar el comienzo del viaje, intentamos prender el calentador para poder desayunar, resulta que uno de los orings de la bomba de presión comenzó a fallar y la bencina se dedico a desparramarse por todos lados.  Pidiendo un poco de ayuda conseguimos unos muchachos que estaban con una trafic un poco de cinta de teflón con la esperanza de que sea lo único que nos podía salvar, hicimos funcionar nuevamente el calentador, de ahí aprendimos una lección más, hay que probar todo antes de salir, más allá de todo lo que te confíes.
Mientras nos entreteníamos un poco con todo esto a eso de las 9:00 hs se cerro el cielo y comenzó la no deseada lluvia que era más que una llovizna. Pero el problema no estaba en mojarse, si no en la neblina cuando empecemos a subir. Finalmente a la media hora logramos emprender viaje con destino a la base del Champaquí.

Lo primero que se cruza es un bosque de pinos con una pendiente bastante empinada (no se asusten que hay peores), no toma mucho cruzarlo, son como unos 2km y en cuanto salimos del pinar pudimos comenzar a apreciar la vista hacia abajo para donde se ven las ciudades de Córdoba, pero no por mucho tiempo. Subiendo un poco más a unos pocos minutos está el primer puesto, Ojo de Agua, que llegamos como a las 11:00hs.


La llovizna persistía y a las nubes las veíamos cada vez más cerca. Siempre recordando lo que nos habían dicho sobre la neblina, como todavía era temprano y nos sentíamos seguros con la carpa y la comida decidimos seguir un poco más el camino para ver que nos esperaba adelante.
Una hora y media después de pasar por el Puesto Ojo de Agua, decidimos volver, la visibilidad no llegaba a los 5 metros y veíamos como los truenos nos sonaban sobre nuestras cabezas y muy cerca. Sin el apoyo del Verdu que quería seguir, retornamos para el puesto, que era el lugar más seguro que habíamos visto para quedarnos. Un dato importante, en este punto es el último lugar que pueden llegar a tener señal para el celular por si quieren mandar un mensaje o avisar que están bien.


Sin mucho más que hacer, mojados y con ganas de llorar, armamos la carpa, sacamos las bolsas y nos tiramos adentro un rato a ver que era lo que pasaba. No paraba de llover así que no nos quedó otra que cocinar algo adentro de la carpa, salio un arroz bastante bueno. Mientras intentábamos disfrutar un poco de la situación escuchamos que unas voces se acercaban discutiendo un poco. Salimos a ver quienes eran y nos encontramos con tres chicos que habíamos visto en Villa General Belgrano y en Villa alpina, ellos habían salido más temprano que nosotros, pero con la neblina se perdieron y sin darse cuenta en algún momento tomaron el camino incorrecto y volvieron al puesto Ojo de Agua, habían caminado en círculos. Sin entender mucho como les pudo haber pasado eso nos quedamos un rato charlando hasta que ellos decidieron salir de nuevo porque no llevaban calentador ni mucha comida, dependían de llegar a comer al próximo refugio y además ya habían contratado un remís que los iba a ir a buscar en dos día y no se podían retrasar porque si no no iban a llegar.
En algún momento tenía que para de llover y así fue, salimos a dar unas vueltas por el lugar. Las nubes se estaban disipando un poco y según un baquiano se iba a componer pronto. Mientras tanto en vista para la noche juntamos algunos palos mojados para intentar prender fuego.

 
Al rato volvió la lluvia sin previo aviso, caían gotas grandes y pesadas de un momento a otro. Corrimos y juntamos lo más rápido posible todo lo que teníamos dando vueltas y secando al viento para saltar de nuevo adentro de la carpa. No duró mucho, pasamos una hora adentro y paró de nuevo. En el apuro de meternos adentro de la carpa tiramos todos los palos abajo de una piedra en donde estábamos intentando prender fuego, sin muchas esperanzar hacíamos un poco de humo. Cuando volvimos a salir de la carpa lo primero que notamos fue una llama saliendo por un costado de la piedra, no era un incendio forestal. Al parecer todos los intentos de prender fuego que habíamos hecho y la pastilla que metimos habían servido para secar un poco el suelo que estaba húmedo por la lluvia y cuando tiramos todos los palos encima pasó lo mismo con los palos, ya que se había hecho como una especie de hornito y ayudaba a mantener el calor.
Un golpe de suerte de nuestro lado, la pansa llena y a dormir que nos esperaba un largo día.



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