En nuestro primer viaje lleve de calzado un par de zapatillas de tipo las que se usan para jugar al tenis, eran las mas cómodas que tenía. Eso creo que es el punto más importante que debe tener el calzado, tiene que ser cómodo, ni apretado ni grande. Cuando digo cómodas no me refiero tampoco a alpargatas, que son una de las cosas más cómodas que hay, sino a algo que puedas usar para caminar 10km sin que te produzca algún tipo de molestia en todo el trayecto. Lo que suelo buscar en las zapatillas, y que me resultó un método confiable, es buscar un modelo que sientas que te mantiene el tobillo firme y te da cierta libertad en los dedos del pie.
La verdad que no la pasé mal, hicimos caminatas largas y no me salió ni una sola ampolla. Las desventajas que tienen son el agua y el agarre con el suelo. Este tipo de zapatillas suelen ser de cuero, y te mantienen los pies secos durante una lluvia no muy fuerte, pero una vez que pisaste un buen charco de agua no hay vuelta atrás. En cuanto al agarre, son zapatillas lisas y si tienen un poco de uso con más razón, por el simple hecho de no romper las canchas de polvo de ladrillo, por eso hay que tener un poco de cuidado nada más cuando se encuentran con la combinación de piedras y agua, cruzando un río por ejemplo.
Antes de hacer nuestro segundo viaje, que fuimos a jujuy, pasé por algunos outlets de aventura, para ver si encontraba algo interesante, y fue cuando decidí comprarme unas zapatillas de trekking. No estaba seguro si comprarme algo más tipo botas o zapatillas bajas. La verdad que las botas se ven muy buenas, y las usa mucha gente, por algo debe ser, pero a mi no me terminan de gustar. Por eso me terminé comprando un modelo de timberland, hechas con gore tex. La verdad que son muy buenas, las use durante 15 días continuos sin parar, porque fueron el único par que me lleve, porque otro par extra significa mucho lugar en la mochila, tal vez un par de alpargatas hubiera sido bueno, para descansar un poco. Las puse a prueba un par de veces a propósito y otras no tanto. En algún que otro charco pasé por el medio del charco como si nada y la verdad que no sentí agua en ningún momento, y camino a San Isidro en Iruya, me metí sin darme cuenta a una especie de cuenca de barro, me hundí hasta la mitad de la canilla y cuando salí , con las zapatillas puestas por suerte, tenía barro por todos lados menos adentro así que dentro del accidente pude seguir tranquilo, porque no hay nada peor que caminar distancias largas con los pies mojados, te lastimas por todos lados al tener la piel tan húmeda, y el olor ni hablemos.

El único detalle que les encontré es que la suela es bastante blanda, está bueno porque sentís que flotas en vez de caminar, pero se desgastan rápido. Puede ser también que como las usé 15 días continuos de acá para allá, no hay zapatilla que aguante. Por eso lo que suelo hacer es llevar también un par de alpargatas cuando hay momentos para descansar un poco los pies, mientras tanto las zapatillas las pueden guardar en bolsas bien cerradas y meterlas en la mochila, si es que todavía entran.
Un detalle más si piensan comprarse zapatillas antes de viajar, tengan en cuenta que apenas se las compran la tela, cuero y demás están duros, y sus pies no están acostumbrados a la forma de la zapatilla, eso aveces puede traer algunos dolores hasta que se ablanda un poco. Por eso es mejor que nos duelan un poco los pies cuando estamos en casa, y no en pleno viaje. Es recomendable usarlas un mes antes de hacer el viaje por lo menos, para acostumbrarse un poco y prevenir ampollas y demás. También nos sirve para darnos cuenta si las zapatillas son cómodas al andar, porque cuando las compramos, más que dar una vueltita por el local no podemos.