Una de las telas que a ampliado mucho su uso en los últimos años es la ya famosa Gore-tex. Se dice que fue el primer tejido impermeable y transpirable, dos componente muy importantes pero al mismo tiempo difíciles de conseguir. A primera vista parece que si logras tener una tela impermeable no va a ser transpirable, y si la haces transpirable no hay manera de para el agua.

Vamos a tratar de ver donde está el secreto de estas telas que logran el equilibrio entre impermeabilidad y transpirabilidad. Primero ante todo veamos un poco que es cada cosa. Impermeabilidad o mejor dicho permeabilidad, es el acto y afecto de que un fluido atraviese un material sin modificar su estructura interna, en nuestro caso sería que directamente no la atraviese. Cuando hablamos de transpirable, es la capacidad de un material de que el vapor de agua lo atraviese. Como empezarán a darse cuenta estas telas están tratando de no dejar pasar un fluido en un sentido (impermeable), pero al mismo tiempo dejar pasar otro fluido (vapor de agua) en sentido contrario (transpirable).

¿Como es que logra esto la membrana de Gore-Tex? El secreto está en el tamaño de los poros. Las capas de la membrana contiene más de 9 mil millones de microporos por cada 2,5 centímetros cuadrados. Estos poros son unas 20.000 veces más pequeños que una gota de agua(50 micrones), pero 700 veces mayores que una molécula de vapor de humedad (10 micrones). De este modo, mientras que el vapor de humedad (un gas) puede escapar fácilmente, su forma líquida no puede penetrar la membrana. El resultado es una membrana absolutamente impermeable, cortaviento y transpirable.
Con este tipo de tela se fabrican todo tipos de productos, desde prendas de vestir, calzados y guantes. Incluyendo nuevas y mucho más novedosas tecnologías de membranas Gore-Tex.
La parte de impermeabilidad se sobre entiende, ¿A quien le gusta estar mojado cuando llueve?, pero la parte de transpirable, muchas veces no es del todo clara. Vamos a ver un poco de números para mejorar la idea.
Una persona en reposo puede llegar a transpirar un cuarto de taza en una hora en estado de reposo. En una actividad intensiva se eleva a cuatro tazas o incluso más. Todo este líquido que el cuerpo libera si no se evapora correctamente se transforma en agua y va a parar directamente a la ropa. Esa ropa mojada es una de las causas principales por las que una persona puede llegar a sufrir mucho más las bajas temperaturas del clima. Por eso mismo es importante que la ropa permita evaporar la transpiración y mantener el aire caliente dentro del abrigo.