En estos últimos días el clima no dió para muchas actividades y nos dedicamos a descansar mirando un poco las copas de los árboles. Además un poco preocupados, porque se nos complicaba el viaje a Córdoba, las varillas de las carpas no estaban donde debían estar.

Nos hicimos una última escapada para el Lago Lolog, al norte de San Martín de los Andes, y a que no adivinan? Obtuvimos el premio esperado, una trucha de tamaño decente que se sacó pasaje directo al horno. Muy rica la verdad, la trucha es uno de los mejores pescados para comer.

Así se terminaron los tiempos por el sur y encaramos la vuelta para Buenos Aires. El camino que recorrimos fue el mismo que usamos para llegar y nos fuimos sin ver ningún ciervo. Dicen que es plaga y por eso en todos los restauran hay millones de platos y tipos de cosas con ciervo para comer, cuando a mi me parecía que estaba mas para la extinción que para otra cosa. Me dijeron que la gran mayoría de estos animales están en campos privados y que se ven más a menudo de noche, no lo se, pero yo más que la estatua del ciervo que está en San Martín de los Andes no vi.

En cuanto al viaje de vuelta cambió un poco con respecto al transito, viajamos un miércoles y a diferencia de la ida que fue un domingo, esta vez había mucho más camiones y todos los tramos en donde veíamos máquinas al costado de la ruta ahora estaban sobre el camino, arreglándolo, por lo que los primeros kilómetros al salir de San Martín había muchos pedazos interrumpidos en donde nos hacían para para intercalar las manos que pasaban una por vez, porque dejaban solo media calzada. Así llegamos hasta Allen en donde paramos a comer algo y seguimos camino hasta Bahía Blanca. La verdad que es una muy linda ciudad el único problema es que para pasar la noche no hay otra opción que entrar en la ciudad que resulta muy molesto cuando se tiene la idea de llegar a casa fija en la cabeza y las ganas de conocer ya no están tan latentes (a cualquiera le pasa después de más de 12hs de estar sentado en un auto). Así fue, pasamos la noche para seguir viaje y llegar de una buena vez a Buenos Aires, en donde la mochila estaba esperando  comenzar un nuevo viaje para el centro del país, Córdoba '10.

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