Inicio viaje a San Martín de los Andes

21:00 1 Comentarios

Así fue, de repente de un día para el otro me ofrecieron visitar San Matín de los Andes, siempre me hablaron bien de este lugar y tenía ganas de conocerlo. Después de chequear un poco los días logre poder arreglarme para volver antes de 16 de enero porque no se olviden que tenía que ir a Córdoba, ya tenía todo listo para este viaje.
Apenas decidí ir para el sur una vez más, pensé en  llevar la bicicleta, uno de mis grandes hobbys, que mejor que poder recorrer los caminos montañosos de las primeras montañas de la Cordillera de los Andes en bici. No digo que el trekking no lo sea, pero lo que conozco del sur se caracteriza por tener que recorrer largas distancias para conocer, por lo que pensaba hacer estas distancias más cortas con la bici. Aparte me olvidaba de decirles que este viaje no es como el resto, osea, nada de carpa pero con vehículo. La ida de recorrer los bosques en auto no me gusta aparte de que muchos lugares  son difíciles de acceder vehículos bajos sin tracción 4x4, por lo que la bici encajaba perfecto. Lamentablemente no duró mucho mi ilusión, cuando fui a la terminal de retiro y pregunté en alguna de los transportes de encomiendas más conocidos el simple precio de $150 que me cobraban (solo ida, $300 ida y vuelta) para llevar la bici de Capital Federal a San Martín de los Andes me hizo quedarme con las ganas y a mi bicicleta descansando en casa. Si alguien tiene algún tipo de experiencia en esto de mandar bicicletas por transportes, que me pase el dato, porque estoy muy seguro de que tiene que haber una manera más económica de hacerlo.
Sin mi bicicleta pero con las ganas de viajar intactas, me preparé para hacer los 1600Km que nos separaban de San Martín de los Andes, un lindo y largo viaje, no es el más largo que hice en auto, pero ya me había desacostumbrado.


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1 comentario:

  1. Situada a orillas del lago Lácar y rodeada por el Parque Nacional Lanín, la ciudad se adapta bien tanto a los visitantes de verano como de invierno. La calle principal está llena de chocolates artesanales y recuerdos de artesanía que se venden en tiendas de estilo chalet, junto con tiendas de material para actividades al aire libre y puestos de empanadas.

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