Trekking Laguna de los Tres

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El día siguiente no amaneció, con muchas mejoras, pero las nubes por lo menos se encontraban altas y permitía ver todo el Fitz Roy bien limpio. Aprovechamos y salimos temprano en busca de esa subida interminable. Cómo esperábamos había poca gente en el camino, para poder subir más tranquilos, ya que se estrecha, hay tramos de mucha piedra suelta y barro. A medida que aumenta el número de gente te frena cada dos por tres para pasar o dejar pasar al que viene.
Esta senda, por las características que tiene, pendiente y humedad es una de las más desgastadas de todo el parque, continuamente procuran mantener en la mejor manera posible el estado de la senda.
Al llegar a la parte superior, se tiene la inmensidad de la montaña en sí misma, a los pies de la laguna. Se puede bordear por la izquierda e ir al mirador de la Laguna Sucia y la cascada que desemboca. Siguiendo un poco más se encuentra el paso, de zona de riesgo, donde comienzan las aproximaciones y se comienzan a ver las chapas para los descuelgues y poder pasar para montar sobre los pies del Fitz Roy. Por esta senda entre otras cosas es una vía de acceso a la Aguja Poicenot. Hasta se puede llegar a cruzar alguna cordada en plena aproximación.
La vuelta, también es digna de apreciar. Ya que el haber subido todo eso, presenta la ventaja de tener una vista maravillosa de todo el valle.

Laguna Sucia


Al medio día ya estábamos de vuelta en la carpa listo para comer. En el ínterin, no preguntamos por donde se podía llegar a laguna sucia ya que se veía muy bien desde arriba.
No encontramos la senda marcada en los mapas de Parques Nacionales, pero parecía ser un trayecto turístico. Aprovechando que teníamos la tarde libre y el clima todavía aguantaba, salimos a recorrer la margen del Río Blanco, pero en contra de la corriente (para el otro lado del Glaciar Piedras Blancas).
Siguiendo el río del lado derecho, se puede ir sin problemas, hasta una zona donde se estrechan las paredes y parece que no hay forma de cruzar. En este punto hay que subir por la derecha por arriba de la piedra que obstruye el camino y luego sigue sin problemas por la margen del río. Es un trayecto muy similar al del Glaciar Piedras Blancas.
Al llegar al lago, se tiene la vista de la verdadera cara del Fitz Roy. Los hielos que cuelgan están en contínuo movimiento y luego de estar un rato se pueden llegar a ver varios desprendimientos, que desde lejos parecen inofensivos, pero cuando se escuchan los estruendos y toda el agua que salpican, dan que pensar de su tamaño.



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