Dias 2, 3 y 4 en San Martín de los Andes
Arrancamos comprando los permisos de pesca, $25 la temporada completa y te dan un librito muy copado con toda la información necesaria y algunos datos más.
Fuimos a probar al Lago Meliquina, al sur de San Martín por la Ruta Nacional 234, desviando por la Ruta Provincial 63. El día había amanecido con lluvia, después casi entrando al mediodía se despejó con un cielo increíble pero el frío había llegado para quedarse un rato más. Primero fuimos al lago mismo a hacer unos tiros, sin mucha suerte ni pique, vimos a algunas personas pescando con mosca (flyfishing) que con un poco más de suerte sacaron algún que otro ejemplar.
La próxima vez, intentamos ir un poco más allá. Esta vez las nubes ya se habían ido y era el sol el que se imponía. El día estaba mucho más cálido, así que fuimos hasta el fin del lago y comenzamos a bordear el Río Meliquina para ver si conseguíamos algún buen lugar. Con poca suerte los mejores lugares estaban llenos de arboles y plantas que no nos dejaban bajar, así que nos tuvimos que conformar con los pocos que encontramos, pero no hubo caso aunque algunos se dejaban ver por la claridad del agua, los peces estaban de vacaciones en otro lado.
Nuevo día, nueva actividad, partimos para el norte más específicamente para el Lago Heuchulafquen a recorrerlo con un catamarán (barco) por $60. Desde San Martín de los Andes fuimos hasta Junin de los Andes y desviamos por la Ruta Provincial (RP) 63 hasta Puerto Canoa en la costa oeste del lago. Tardamos unas dos horas y media, porque todo el recorrido de la RP 63 es de ripio y el camino no está en su mejor estado para un auto. La mirad del tramo es tierra floja con muchas piedras "bola" saltando por todos lados, una vez que nos acercamos al lago nos metemos en el bosque y la tierra pasa a ser más firme y se puede circular con más facilidad.
El recorrido en barco partió del Puerto Canoa y atraviesa de norte a sur el lago ,dejando el Volcán Lanín de espaldas. Comenzamos viendo el color de las aguas del lago que van variando de un verde claro a un celeste hasta un azul bien oscuro, principalmente por la profundidad, que en algunos puntos supera los 500 metros. Luego se tiene una vista preferencial del Volcán Lanín (3776 msnm), donde pudimos observar los glaciares que tiene en la margen sur, con paredes de hasta 150 metros (mucho más grande que el tan famoso Perito Moreno), que están desde el último periodo glaciar. En aquellas épocas los glaciares bajaban por toda la ladera del Volcán, cuando la temperatura aumentó se derritieron formando el lago que hoy conocemos. Por la acción de estos glaciares la mayoría de las montañas que se observan al rededor son redondeadas, muchas veces confundiéndolas con la pre cordillera que se puede encontrar en Mendoza, pero a este nivel de los Andes la pre cordillera no existe. El paseo continua hasta cruzar al Lago Epulafquen, que está pegado al Heuchulafquen, solo los separa un cordón montañoso que se sumerge en el lago dejando un cordón con una profundidad no mayor que 3 metros.
En este lago, el Epulafquen hay muy poca actividad humana, casi nada, con el fin de mantener los bosques en su estado natural, por lo que se pueden observar una gran cantidad de arboles muertos de pié. Llegando a la mitad de este lago se puede observar que su ancho se reduce rápidamente, esto se debe a que hace muchos años la erupción de un volcán cercano avanzó sobre el lago quemando los bosques y dejando a su paso ceniza volcánica. Con el paso el tiempo la alta humedad permitió que los bosques se expandan sobre los restos de lava, pero con una característica especial, la lava solidificada es muy dura y no permite que las raíces de los arboles se esparzan libremente por lo tanto influye directamente sobre la altura de estos arboles que se los llama "enanos" porque no superan los 3 metros de altura, siendo su mayoría de no mucho más de un metro. Terminamos el recorrido volviendo por el mismo camino para mirar una vez más el paisaje.
Ya que estábamos nos quedamos a dar un par de vueltas por el otro lago que está al lado llamado Lago Paimún.
Nuevo día, nueva actividad, partimos para el norte más específicamente para el Lago Heuchulafquen a recorrerlo con un catamarán (barco) por $60. Desde San Martín de los Andes fuimos hasta Junin de los Andes y desviamos por la Ruta Provincial (RP) 63 hasta Puerto Canoa en la costa oeste del lago. Tardamos unas dos horas y media, porque todo el recorrido de la RP 63 es de ripio y el camino no está en su mejor estado para un auto. La mirad del tramo es tierra floja con muchas piedras "bola" saltando por todos lados, una vez que nos acercamos al lago nos metemos en el bosque y la tierra pasa a ser más firme y se puede circular con más facilidad.
El recorrido en barco partió del Puerto Canoa y atraviesa de norte a sur el lago ,dejando el Volcán Lanín de espaldas. Comenzamos viendo el color de las aguas del lago que van variando de un verde claro a un celeste hasta un azul bien oscuro, principalmente por la profundidad, que en algunos puntos supera los 500 metros. Luego se tiene una vista preferencial del Volcán Lanín (3776 msnm), donde pudimos observar los glaciares que tiene en la margen sur, con paredes de hasta 150 metros (mucho más grande que el tan famoso Perito Moreno), que están desde el último periodo glaciar. En aquellas épocas los glaciares bajaban por toda la ladera del Volcán, cuando la temperatura aumentó se derritieron formando el lago que hoy conocemos. Por la acción de estos glaciares la mayoría de las montañas que se observan al rededor son redondeadas, muchas veces confundiéndolas con la pre cordillera que se puede encontrar en Mendoza, pero a este nivel de los Andes la pre cordillera no existe. El paseo continua hasta cruzar al Lago Epulafquen, que está pegado al Heuchulafquen, solo los separa un cordón montañoso que se sumerge en el lago dejando un cordón con una profundidad no mayor que 3 metros.
En este lago, el Epulafquen hay muy poca actividad humana, casi nada, con el fin de mantener los bosques en su estado natural, por lo que se pueden observar una gran cantidad de arboles muertos de pié. Llegando a la mitad de este lago se puede observar que su ancho se reduce rápidamente, esto se debe a que hace muchos años la erupción de un volcán cercano avanzó sobre el lago quemando los bosques y dejando a su paso ceniza volcánica. Con el paso el tiempo la alta humedad permitió que los bosques se expandan sobre los restos de lava, pero con una característica especial, la lava solidificada es muy dura y no permite que las raíces de los arboles se esparzan libremente por lo tanto influye directamente sobre la altura de estos arboles que se los llama "enanos" porque no superan los 3 metros de altura, siendo su mayoría de no mucho más de un metro. Terminamos el recorrido volviendo por el mismo camino para mirar una vez más el paisaje.
Ya que estábamos nos quedamos a dar un par de vueltas por el otro lago que está al lado llamado Lago Paimún.
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